- Relativizar el problema: Si el problema es muy complejo divídelo en pequeños problemas que sean solucionables a corto plazo. No debes focalizarte sólo en el gran problema, sino en disfrutar resolviéndolo poco a poco.
- Cuestiona tus miedos: Identifica las razones que te llevan a tener miedo. Seguro que eres capaz de identificar los porqués y cómo superarlos. Si no, no lo dudes, puede serte útil el acompañamiento de un coach personal.
- Aprende a fracasar. En el trabajo, como en la vida, a veces se gana y a veces se pierde. Debemos asimilar los fracasos y entenderlos como parte de nuestro proceso empresarial; equivocarnos en algunas decisiones es parte intrínseca del camino que escogemos para alcanzar nuestras metas, así como una oportunidad de aprender para futuras decisiones y para madurar como trabajador, directivo o empresario.
- Simplifica tus tareas. ¿De verdad estás al 100% cuando tienes varias ocupaciones a la vez? Organiza tu agenda, concéntrate en los tiempos, y no dejes que lo urgente se imponga a lo importante.